
Por la televisión argentina pasaron muchos programas, pero pocos lograron el éxito que está teniendo Gran Hermano 3 y sus versiones anteriores. ¿Cuál es el secreto? Yo creo que es la frivolidad de estos shows, la manera que muestran la vida de una persona y hasta la locura que genera estar encerrados por largos meses.
Lo interesante de este tipo de programas es que la gente los mira, no porque les preocupe la vida de los participantes, sino por el sólo hecho de aparecer en la televisión. Del otro lado de la "caja boba" hay personas que esperan sexo explícito, insultos entre los participantes y estrategias envueltas en traiciones varias.
Dentro de la casa más vista de la Argentina hay otros factores que la hacen atractiva. El pasado de algunas personas, los secretos que se van develando con el correr del tiempo y los programas que, a la par, van armando el ambiente para que los gatos se tiren de los pelos mientras salen. No hay nada de innovación, sólo que las historias son diferentes.
En Clarín salió un pequeño apartado y resultó interesante leer las líneas que se le dieron a este reality. El autor fue el editor general del diario y me pareció oportuno rescatar tres fragmentos que sintetizan a este fenómeno televisivo:
- Es una especie de democracia mediática con algo de circo romano, ese momento en que las multitudes levantaban o bajaban el pulgar para decidir la vida o la muerte de los gladiadores.
- Mirar Gran Hermano es la ilusión de verlo todo y de ver escenas de sexo directo. Sobre todo esperarlas, porque en la pantalla no acontecen más que insinuaciones.
- La discusión es más importante que el contenido: se toman con seriedad los temas más triviales. Y nadie tiene vergüenza por exhibir precariedades de lenguaje o intelectuales, como el participante que llamó 'bin bon' a la teoría sobre el origen del universo.
Más adelante el artículo habla de una suerte de espejo que nos atrae a la pantalla porque nos vemos a nosotros mismos, pero no coincido con ello, por lo que saqué mis propias conclusiones: creo que nos acercamos a estos programas porque queremos ver lo privado hecho público; las vidas de otras personas que antes no nos interesaban, pero que como están frente a nosotros, tan explícitamente, nos invade una curiosidad inalienable.