La
injusticia es un plato que se sirve frío, pero lo peor de todo es que no sólo se entrega en Argentina, sino en todo el mundo por igual.
La
realidad de muchos países nos pinta que la justicia no es uno de nuestros fuertes, y que muchas personas prefieren seguir haciendo de las suyas.
Pongamos ejemplos: el ahorcamiento de Saddam Husein fue injusticia o más bien lo que algunos llaman "justicia por mano propia". Lo que en
realidad es injusto es que una persona como George Bush siga tras las riendas de una de las potencias más importantes de nuestro mundo.
Por otro lado, las presiones incesantes hacia el gobierno Iraní por su programa atómico, que no dejan de ser patéticas. Los vecinos del norte también tienen un ejército y poderío nuclear, pero las "Naciones Unidas" son, además, ciegas, sordas y mudas.
Bueno...no nos vayamos tan lejos. Hablemos de nuestro país. Todos saben que "Madonna" Quiróz (famoso por sus balas perdidas) salió en libertad porque,
al fin y al cabo, no mató a nadie. ¿Dónde está la "tentativa de homicidio" que escucho siempre cuando ladrones comunes desfilan por Tribunales? Quiróz trató de autojustificarse, aduciendo que disparó para evitar algo peor...¿qué más hubiera pasado? El lugar ya era un infierno: piedras volando por el aire, puteadas, caras de odio y envidia...lo único que faltaba era un loco que sacara un arma para tirarle a alguien. Esperen, eso pasó.
Una y otra vez la justicia fracasa de lo lindo, pero nadie se da cuenta porque ya es una costumbre mundial. Como en la imagen de arriba, le ponemos la espada en el cuello para que pase desapercibida, como si no existiera...¿quién va a ser el próximo que haga lo mismo?