Para constituir un futuro y que ese futuro sea el mejor, es indispensable que se lleve adelante un proyecto de educación confiable, prolija y, más que nada, formadora de personas correctas.
Hoy en día, la educación no se caracteriza por ser formadora, sino por deformar. Muchas veces escucho que los padres se quejan diciendo: "Nuestra educación era mejor. No se entiende qué es lo que les enseñan ahora". Y, aunque no queramos reconocerlo, tienen mucha razón.
La educación comenzó su retroceso a partir de la llegada de los militares al poder, con sus métodos represivos y sus intentos por acallar las opiniones y pensamientos de la sociedad. Luego, con el extenso y casi interminable mandato del "peronista" Carlos Menem, el
sistema educativo se estancó y se le dió mayor importancia a las empresas extranjeras y los acuerdos amistosos con el FMI que a los "aspectos internos" de la Nación: la justicia, la salud, el trabajo y la educación. El actual gobierno intenta valorizar un poco más a la educación pero no lo suficiente.
El papel de los jóvenes y la sociedadUn aspecto clave es, a mi entender, el paso de la educación Polimodal a la universitaria. Siento, desde mi lugar, que los adolescentes estan siendo subestimados y "metidos todos dentro de una misma bolsa". La sociedad cree que todos los adolescentes o pre-universitarios son adictos al PlayStation, a la televisión basura y al alcohol.
Cuando alguno de nosotros se destaca del resto, muy pocos son los que brindan sus consejos y nos ayudan a superarnos, porque el resto intenta hacer de nuestras aspiraciones una meta inalcanzable.
¿Por qué piensan que en el mundo entero hay conflicto con los estudiantes?¿Por qué en nuestro país la mayoría de los adolescentes no aprueban los exámenes de ingreso a carreras como Medicina u otras de igual o mayor importancia?¿Por qué hay cada vez más jóvenes trabajando en negro o realizando actividades que estan lejos de ser las que ellos habían planificado para el futuro? Por ahora nadie tiene las respuestas, pero la educación sería un buen comienzo.
La sociedad está cada vez más hundida en la mediocridad y el individualismo, las personas hacen cualquier cosa por el éxito personal, económicamente hablando, y transforman al prójimo no en un camino para superarse, sino en un obstáculo que presenta la vida.
El día que cambiemos y dejemos de mirarnos a nosotros mismos para mirar también a los demás, quizás el mundo entero esté mejor y ya no será necesario hacerse escuchar entre sordos e ignorantes.